Meditación para reducir el estrés y sanar ·

¿Sabías que la meditación es una herramienta poderosa para reducir el estrés y sanar? Somos seres integrales: cuerpo, mente y alma (espíritu), por eso debemos cuidar éstos 3 aspectos para sanar o mantenernos sanos y una de las herramientas que usé para sanar del cáncer fue la meditación.

Cuando recibí mi diagnóstico de cáncer en septiembre del 2015, quedé en shock, porque es una noticia que no esperas recibir. Estuve 2 días llorando, drenando mi dolor, miedo e incertidumbre. Pero, al tercer día me levante y me dije: Basta, si sigues así no vas a sanar, ya drenaste, ahora ponte manos a la obra porque quieres seguir viva.

Así fue como decidí comenzar a estudiar sobre la enfermedad y buscar casos de personas que ya habían sanado de cáncer. Me encontré con que la mayoría habían practicado la meditación para sanar.

Como no perdía nada con intentarlo, busqué unas meditaciones guiadas que me gustaran, con las que vibrara. Porque yo soy muy de energía, desde niña, si algo no me vibra, no lo hago.

Los primeros días me resultaron difíciles porque mi mente no paraba, andaba a 1.000 como siempre con full pensamientos; pero no me desanimé y seguí. Hasta que noté que poco a poco ellos se iban acallando y yo lograba meditar correctamente en paz.

La meditación me ayudó a calmar mi mente, relajar mi cuerpo, a tener pensamientos positivos, reducir el estrés, gestionar mis emociones e incluso a disminuir el dolor físico, comencé a conectar con mi ser interior y acallar mi ego.

El cáncer es una enfermedad muy emocional y si no sabemos gestionar nuestras emociones, tendremos estrés, el cual nos puede debilitar el sistema inmunológico y dejarnos indefensos ante las enfermedades.

Por eso, te quiero compartir los tips que me ayudaron a controlarlo y a sanar:

Medita diariamente: Pueden ser 5 o 10 minutos, trata de hacerlo al despertar y antes de dormir.
Practica la respiración consciente.
Ejercítate con regularidad: te recomiendo la yoga o cualquier otro que sea de tu agrado.
Lleva una dieta natural: Incluye frutas, vegetales, cereales integrales, leguminosas y grasas saludables.
Adquiere hábitos saludables: evita fumar, las bebidas alcohólicas, el sedentarismo y los productos procesados.
Practica la visualización: Visualízate sano, aunque estés atravesando una enfermedad. Habla con tus células y diles:

La meditación te ayuda a calmar tus pensamientos y vivir el presente.

Vibramos sanas, con amor y en armonía con mi misión de vida.

Practica el agradecimiento: yo agradecí la enfermedad, porque me ayudó a aprender nuevas cosas, a cambiar el rumbo de mi vida y a valorar cosas que antes daba por sentado.
Realiza alguna actividad que te guste, un hobbie. Ésto te ayudará a estar más alegre. Yo bailaba cada vez que podía.
Duerme bien: es importante tener una buena calidad del sueño y hacerlo el tiempo suficiente, un estimado de 8 horas.
Y por último, pero no menos importante, no veas a la enfermedad como una enemiga, sino como una maestra que vino a darte un despertar de consciencia y una hermosa enseñanza. Cuando averígues qué debes aprender, ya estarás en el camino de la sanación.

La Meditación me ayudó a sanar y a reducir el estrés.

Y luego de 5 años practicándola puedo decir que mi vida es un antes y un después de la meditación. Ella fué clave para mi sanación.

Comencé con meditaciones guiadas y luego logré calmar mis pensamientos, mejorar mi atención, conseguir un estado de serenidad, conectar con mi cuerpo y mente para sanar todas mi células.

La meditación se convirtió en parte esencial de mi vida, es un hábito muy arraigado en mi ser, ya no necesito pensar en voy a meditar, ya lo hago no más abrir los ojos y antes de dormir.

Ya que logré sanar con las meditaciones, conjuntamente con otras herramientas y cuidando otros aspectos, me gustaría invitarte a que la practiques y verás como tu vida cambia en positivo.

Ojalá que luego de leer ésto te animes a adquirir este hábito porque además es una hermosa práctica.